Viernes, 21 Marzo 2025
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Así lo determinó el Tribunal de Audiencias de Santa Rosa. A la madre la absolvieron por el abuso sexual.
El Tribunal de Audiencias Santa Rosa condenó a la madre de Lucio Dupuy y a su pareja por el crimen del menor y la pena será impuesta en los próximos días aunque por el delito que acusó la fiscalía no se prevé otra que la de prisión perpetua.

La condena del tribunal integrado por  los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora y la jueza Alejandra Ongaro fue por el delito de homicidio calificado tal cual había solicitado la fiscalía integrada por Verónica Ferrero, Máximo Paulucci y Mónica Rivero, pero no así la de abuso sexual, por el cual solo fue condenada Abigail Paéz, la pareja de la madre de la víctima.

Tras 18 jornadas de audiencias, los magistrados decidieron condenar este jueves a Magdalena Espósito Valenti, la madre del menor, por el delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento.

En tanto, el tribunal condenó a Páez por el delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento en concurso real con el delito de  abuso sexual con acceso carnal por vía anal ejecutado con un objeto fálico agravado por tratarse de la guardadora y de un menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente como delito continuado.

El crimen del niño de 5 años, según lo pudo determinar la investigación, ocurrió entre las 17.30 y 19.40 del 26 de noviembre de 2021. La fiscal Ferrero, basándose en la autopsia, habló de un maltrato físico continuo –aludió a lesiones de vieja data– y consideró que también quedaron acreditados los abusos sexuales en reiteradas ocasiones.

En sus fundamentos, el tribunal sostuvo: “De acuerdo a diversas evidencias que se expondrán a continuación, es posible afirmar con la certeza que reclama una sentencia judicial, que Lucio Dupuy fue objeto de violencia física, psicológica y sexual durante varios meses antes de su muerte”.

Además, los jueces rechazaron la versión de la madre de Lucio quien alegó que al momento de la muerte no estaba presente en el domicilio, cosa que es cierto pero de manera parcial. Ya que para los jueces “entre las 17.30 y las 19.40 hs., salvo 13 minutos en los que Magdalena Espósito Valenti se ausentó del domicilio, ambas acusadas y Lucio Dupuy estuvieron solos en el departamento que habitaban”.

Para la fiscalía fue en ese momento que ambas acusadas golpearon al menor y lo dejaron en estado agonizante. Luego de ello, al domicilio sólo volvió Páez y ahí es cuando se da el homicidio por lo que sale a pedir ayuda hasta que fue trasladado al Hospital Evita aunque ya estaba muerto.

Más allá de la coartada de Espósito Valenti en cuanto a que no estaba en el domicilio, el Tribunal dio por probado que “la fuerte golpiza que le ocasionó la muerte había sido dada” cuando ella estuvo momentos antes en la vivienda con Páez". También los jueces dicen en la sentencia, que esta última tuvo una declaración “mendaz”. Es que frente a la marca de una zapatilla en el omóplato de Lucio que correspondía a su calzado ella justificó que sólo lo había tocado con el pie para ver si reaccionaba cuando lo vio mal, y es ahí cuando los jueces señalan “la intensidad” del golpe le provocó al niño “el desgarro de órganos internos”.

Además, indicaron que ella sabía que Lucio había sido golpeado con anterioridad cuando estaban junto a su madre en el domicilio que compartían. “Cuando se produjeron las lesiones que posteriormente acarrearon la muerte de Lucio Dupuy (aproximadamente entre las 18 y 19 hs.), ambas acusadas estuvieron solas con el niño en el departamento”, concluyeron.

En otra parte de la sentencia, los magistrados señalaron: “La causa de la muerte fue el edema cerebral como consecuencia de politraumatismos, circunstancia que el Dr. Juan Carlos Toulouse (el forense del caso, ndr) amplió durante el debate, explicando que ese edema al no poder hincharse el cráneo, como pasaría con cualquier otra parte del cuerpo, provoca el enclavamiento de las amígdalas cerebelosas que producen un paro cardíaco. Pero también explicó que otras lesiones internas indicadas en la autopsia habrían provocado la muerte por hipovolemia, si no se hubiera producido el paro cardíaco que detuvo el flujo sanguíneo”.

En tanto, los jueces refutaron el argumento de las acusadas de intentar obtener una condena por homicidio preterintensional, esto es reconociendo que sí lo golpearon, pero no a tal punto de provocarle la muerte ni tampoco se lo representaron: “Ambas acusadas actuaron de modo doloso, lo que no debe confundirse con premeditación, que puede o no integrarlo. Las acusadas presentan características peculiares en relación a su estructura psíquica que ha sido informada y explicada por los profesionales actuantes, en especial su personalidad perversa, que suele ir acompañada de rasgos tales como irritabilidad, agresividad e impulsividad, a cuyo respecto hay también suficiente prueba testimonial y documental de que tales actos eran dirigidos siempre contra Lucio Dupuy, que constituía un obstáculo en su relación de pareja”.

Sobre los agravantes de ensañamiento y alevosía, los jueces remarcaron “la indefensión de la víctima, en tanto se trataba de un niño de 5 años, de 18 kg. de peso que se encontró, el 26 de noviembre de 2021, con la durísima agresión de dos personas adultas. Pero, además, no se trató de un hecho aislado de agresión, sino de una modalidad abusiva crónica. Lucio Dupuy sufrió violencia física, psicológica y sexual durante varios meses antes de su muerte, lo cual permite pensar en una indefensión aprehendida, lo cual lo coloca en una clara situación de extrema vulnerabilidad”.

La pena, según lo anunció el tribunal, se conocerá el próximo lunes 13 de febrero.


Fuente: Noticias Argentinas

Comienza una semana clave en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Este miércoles 25 y jueves 26 de enero se realizarán los alegatos de la fiscalía, la querella y la defensa. Tanto los alegatos como las sentencias serán transmitidos en directo desde el canal de YouTube de la Corte de la Provincia de Buenos Aires . Aunque sin fecha definitoria se estima que la decisión final de los jueces el 30 o 31 de enero.

Luego de 13 audiencias donde declararon testigos, peritos, policías, bomberos, médicos, patovicas, padres de Fernando y actores fundamentales, ahora es el turno de los representantes de los involucrados en el caso que realicen el pedido de condena a los acusados.

Tanto la querella como la fiscalía, la primera a cargo de Fernando Burlando y su equipo y la segunda de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, seguirán por el mismo curso que dictaron el 2 de enero cuando comenzó el juicio. En la primera jornada, agendada para el miércoles 25 ambos pedirán que todos sean acusados de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", una imputación que solo podrá recibir la pena de prisión perpetua.

Si los jueces consideran correcta la apreciación de ambas partes, los acusados estarán como mínimo 35 años en la cárcel ya que consideran que los acusados idearon matar a Fernando y lo ejecutaron.

LA ESTRATEGIA DE LA DEFENSA

Por otra parte, la estrategia de la defensa, a cargo de Hugo Tomei será instalar que el asesinato de Fernando fue un "homicidio en riña o agresión", que tiene una pena máxima de 6 años y dos de mínima. Esto último es importante ya que los rugbiers están presos desde hace tres años con prisión preventiva lo que permitiría que sean excarcelados casi de forma inmediata al haber cumplido casi la mitad de la condena.

Sumado al pedido del abogado defensor de los ocho acusados, está la posibilidad de que pida la absolución para dos de ellos, entre los que estaría Ayrton Viollaz, uno de los jóvenes que no fue mencionado por testigos en ninguna de las audiencias.

Fuente: diariotag.com

En la reanudación del juicio por el crimen de Báez Sosa, el acusado pidió la palabra para aclarar un video en el que aparece. "Cuando me doy cuenta que el chico está en el piso, me freno”, narró en el Tribunal.

“Esa patada no la doy, cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me freno”, declaró este martes Ciro Pertossi en referencia a un video que mostró la Fiscalía donde se lo identifica a metros a Fernando Báez Sosa cuando era atacado brutalmente a la salida del boliche Le Brique.

Se trata de uno de los acusados más complicados en el juicio que se lleva adelante en Dolores por el asesinato del joven, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell.

Cuando la fiscalía expuso la filmación del hecho, Pertossi aclaró que “frenó” una patada cuando se dio cuenta que Fernando estaba en el piso. “El chico que se ve soy yo (señalando el video del ataque a Fernando Báez Sosa), quiero aclarar que esa patada no la doy, que cuando me doy cuenta que está en el piso me freno”, indicó ante los presentes en la sala.

Ciro Pertossi se paró en la audiencia para señalar con un puntero su ubicación en el video.

“Lo que quería decir ya lo dije, quiero adelantar que no voy a contestar ninguna pregunta”, advirtió Pertossi, que no respondió las consultas de la Fiscalía.

Por otra parte, precisó que un audio incorporado al expediente en donde él dijo vía WhatsApp "chicos no se cuenta nada de esto a nadie", él se refería a que “no quería que se enteren sus padres que se habían peleado”.

“Adelanto que no voy a contestar a las partes”, insistió Pertossi tras lo cual volvió a su asiento ubicado junto al resto de los imputados.


Fuente: noticiasargentinas.com

Lo aseguró al prestar declaración como imputado ante el Tribunal de forma sorpresiva. Pidió “disculpas” y sobre el ataque letal a Fernando Báez Sosa opinó: "Para mí fue una pelea”:

“Jamás tuve intención de matar”, dijo hoy al declarar Máximo Thomsen, principal señalado por el crimen de Fernando Báez Sosa, y pidió “disculpas” por lo que calificó como una pelea donde él “repartió patadas y piñas”.

Thomsen primero hizo un exposición en la que contó que fue a Le Brique luego de haberse “mamado” en la playa con sus amigos, y que el boliche estaba muy lleno. Contó que estaban en la barra del lugar, y que hubo empujones.

”Escuchó por favor basta de empujar y cuando termino de escuchar eso alguien me choca de la espalda y me tira, era un amigo que tenía un chichón y le pregunto que le pasa, y de atrás lo levantan del cogote y le digo por favor bájalo, se metió seguridad y dijo sácalo a él también. Me empiezo a correr y preguntó por qué querían sacarme a mí, me cruzan el brazo y sentí una presión muy fuerte, me asuste y me llevé las manos para tratar de evitar que me asfixiara, escuché que decían llévenlo a la cocina que lo cagamos a palo”, recordó, tras lo cual que fue sacado del lugar.

“Yo quería entrar de nuevo, mi amigo me dice dejá no te preocupes. Veo a un amigo que estaba en una ronda con gente desconocida y salgo corriendo det´ras de él, y apenas me meto siento que me pegan una piña en la cara y reacciona tirando patadas nose a quien nose como, una patada, dos, jamás en la vida tuve intención de matar a nadie porque vengo escuchando todos los días que yo organicé, que soy líder. Era una persona contra muchos”, acotó.

La fiscalía cuestionó lo que Thomsen calificó como una “pelea” a lo que el imputado seguía insistiendo en ese término. “¿Dónde vio una pelea?”, le cuestionó el representante del Ministerio Público Fiscal.

LEÉ: Dos testigos amigos de los rugbiers vieron una “pelea” pero no cómo le pegaron a Fernando Báez Sosa

Fmny_ufXoAsQugs_copy.jpgImágenes oficiales del momento de Máximo Thomsen en la Alcaldía de Villa Gesell en 2020

”Reconoce a la persona que está caída”, le preguntó el fiscal al exponerle un video que se ve a Fernando Báez Sosa tirado en el piso: “Sé que es la víctima”, respondió Thomsen.

Así, el fiscal García le preguntó “¿qué hizo usted?”, y Máximo Thomsen dijo “pegué una patada o dos, no sé a quién le pegué”. Retrucó la fiscalía ¿le pegó patadas a esa persona tirada en el piso?”, a lo que el imputado cerró: “No sé”.

La fiscalía insistió con proyectarle varios videos y le pidió a Thomsen que se identifique el lugar en el que se ubicaba él, y qué describa la situación, esto es cuando le pegaron a Fernando Báez Sosa. Todo el tiempo, el rugbier aclaraba que sólo iba a responder preguntas sobre él y no lo que hiciera referencia sobre las demás personas imputadas.

“No tengo buenos recuerdos de ese momento, recuerdo que ví un poco de gente y uno de mis amigos yendo al lugar y fui a meterme porque había mucha gente”, insistió una y otra vez Thomsen.

Según contó, luego de lo que sucedió se fue porque no iba a quedarse a que lo agredan: “Llegué primero a la casa, me puse ropa cómoda porque tenía la camisa rota, me cambié y esperé, y cuando llegan los demás, empezaron a comentar de la pelea y a lo último llega otro de los chicos y dice que creo que termino mal, y yo le dije capaz te estas confundiendo con otra pelea, si fueron segundos. No sé quien me dice de ir a comer, y agarré con Lucas y fui a Mc Donalds, volví y me dormí”, resumió sobre aquella madrugada del 18 de enero del 2020.

“¿En algún video de las doce jornadas de juicio vio algún video en que le hayan pegado a usted?”, le insistió el fiscal Juan Manuel Dávila, a lo que Máximo Thomsen, escueto: “No lo advertí”.

Luego tomó la palabra el querellante Fernando Burlando y Thomsen rápido, reaccionó: “No me siento cómodo respondiendo preguntas a una persona que me insultó mientras estuve detenido, insultó a mi mamá y no me siento cómodo respondiéndole. A la parte no quiero responder”.

Tras haber hecho cuatro preguntas y Thomsen aclarar que no le iba a responder, la presidenta del Tribunal insistió al imputado sobre si quería o no seguir declarando: “No voy a responder”, cerró el interrogatorio.

La declaración sorpresiva de Thomsen tuvo lugar luego que su madre Rosalía Zárate testificara y a él le provocara llanto, a tal punto que sus abogados le alcanzaron pañuelos y los agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense le sirvieron un vaso de agua. Él con sus manos una y otra vez limpiaba sus ojos lleno de lágrimas.

“Para mí fue una pelea, fue un abrir y cerrar de ojos”, concluyó Thomsen, tras lo cual recordó que fue detenido junto al grupo en la casa y que la policía les preguntó si se habían peleado esa noche en Le Brique.

Thomsen recordó que la policía al detenerlos les dijo que habían “matado a un pibe”: “Yo ahí empecé a vomitar, no lo creía”, concluyó el principal imputado del caso.

Fuente: noticiasargentinas.com